martes, 24 de marzo de 2009

El 22 M de Monte Cristo


Algunas de las trágicas imágenes que dejó el temporal. Les dejo un escrito mío en La Voz del Interior.

Recién el lunes por la noche volvió en un 15% de la ciudad la luz.
Acá se pueden ver más fotos.

Acá van más imágenes.

"Un monstruo blanco de viento y priedras"

Fueron 17 minutos interminables. Una ametralladora de piedras que caía desde el cielo.

Ráfagas de viento de más de 150 kilómetros por hora y desprevenidos automovilistas que huían despavoridos para buscar un refugio seguro.

El domingo 22 de marzo en Monte Cristo era uno más, como tantos, mucho calor, calles desoladas y sobre el sur amenazaba una tormenta que presagiaba ser intensa, pero no como lo fue al final.





Había terminado el primer tiempo de River ante San Martín de Tucumán, cuando comenzó a llover a las 18.01. El cielo se oscureció por completo y el viento arremolinado se llevaba, chapas, tejas, ramas, volteaba postes, árboles y alguna que otra tapia mal cimentada. Fue arrasador, miles de piedras golpeaban sobre las viviendas y nadie podía salir siquiera para observar el furioso temporal.

Un total de 25 viviendas quedaron totalmente destruidas, principalmente en la zona de barrio Los Troncos, donde hubo 600 personas evacuadas.

Los que quedaron afuera de sus casas resultaron heridos, porque no había forma de escapar de los hielos cortantes que caían por todos lados.

En los patios, contra las puertas, había acumulados entre 10 y 20 centímetros de enormes granizos del tamaño de un huevo. Cuando todo pasó, la ciudad más chica de toda la provincia de Córdoba (10.014 habitantes), parecía un desierto blanco.

La energía se había cortado. La única forma de comunicación era, en algunos casos, vía celular. El intendente Fernando Gazzoni anunciaba “el desastre” que había provocado el meteoro. “No tengo palabras para expresar lo que pasó por acá, es un desastre”, dijo.

Eran miles las llamadas y mensajes de texto que llegaban preguntando "¿cómo están?".

La tormenta se había encargado de hacer el trabajo del otoño y no quedaron árboles con hojas, ni siquiera quedaban árboles. Había decenas de palomas y hasta perros muertos por el temporal.

Qué fue. Un tornado, un vendaval, ¿qué fue?, se preguntaba la gente. Una de las mujeres evacuadas en el Club Ingeniero Lucas Vázquez describió al meteoro como "un monstruo blanco", un fenómeno inexplicable que se oía como "un tren que arrasaba todo".



Las calles acumulaban hielo y agua, en un temporal nunca visto. Era el comentario obligado de todos los vecinos. Alarmas de autos, sirenas de bomberos, ambulancias y policías se escuchaban por todos los sectores y cuando la tarde se consumía, como una paradoja, el cielo se abría para mostrar nuevamente los rayos del sol, pero en pocos minutos fueron opacados por nuevas nubes.

Ya a la noche había cientos de evacuados, calles anegadas, vidrieras destruidas, casas inundadas y una sensación de impotencia y tristeza que albergaba a todos los damnificados.

Sobre la ruta 19, unos 25 kilómetros al este de la Capital, dos empresas habían perdido sus instalaciones por completo. Techos derrumbados y partes de la infraestructura arrancada de cuajo. Por suerte era domingo y no había empleados en el lugar.

El 2 de otoño de 2009 será recordado por varios años como la peor tormenta que vivió Monte Cristo en su centenaria historia.

El "día después", no se dictaban clases, todos barrían las calles, aún había hielo acumulado, y el cielo, pese a su gris, regalaba más lágrimas sobre una población asolada que sólo piensa en cómo recuperarse.

Nota. Información publicada en La Voz del Interior.

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